Heliogábalo, del olvido a la polémica

Publicado en 30 noviembre, 2023

Hace algunos días el Museo de North Hertfordshire ubicado en Reino Unido, levantó una polémica de larga data sobre el emperador Sextio Vario Avito Basiano, conocido popularmente como Heliogábalo[1]. La noticia en cuestión trata sobre el cambio de pronombre que se le dará al emperador en una exposición sobre su vida, siendo reconocido como mujer trans y con los pronombre de ella y ellas, esto dentro de las ideas de volver al museo un espacio más inclusivo[2].

Esta noticia, a pesar de llamar la atención de los internautas, para los investigadores clasicistas no es algo nuevo; a fin de cuentas, Heliogábalo como personaje es punto de encuentro y desencuentro entre académicos. De igual forma, el desconocimiento que se pueda tener sobre la figura del emperador no tiene nada de raro, puesto que sufrió la damnatio memoriae -condenación al olvido-, por lo cual la cantidad de fuentes que poseemos son escasas o bien han sido adulteradas para ensuciar la figura de quien fuera la máxima autoridad de Roma en su tiempo.

Fanatismo, vicios y excentricidades

Comúnmente, cuando se habla de quién fue el peor emperador de Roma aparecen nombres como Calígula, Nerón o Cómodo, pero sin dudas, Heliogábalo fue un personaje que en poco tiempo consiguió ganarse el odio de los romanos por su forma de ser y las distintas acciones que transgredían las bases políticas, culturales y religiosas del Imperio romano, pero ¿quién fue Heliogábalo? ¿Por qué su figura es tan polémica?

Nacido en el año 203 d.C. en el sector oriental del Imperio, hijo de Julia Soaemis y sobrino indirecto del emperador Caracalla, llegó a ostentar el título de César gracias a diversos factores, entre ellos las maquinaciones de las mujeres de su familia[3], su inusual belleza y el descontento de las legiones con el actual emperador Macrino. Tras la Batalla de Antioquía -y unas cuantas sublevaciones-, Macrino es derrotado y el joven de 14 años Vario Avito Basiano fue proclamado emperador (218-222 d.C.) con el nombre de Marco Aurelio Antonino, siendo además reconocido por el senador como hijo de Caracalla y a las Julias -Julia Maesa, Julia Soaemis y Julia Mamaea- como Augustas.

Se suele mencionar que el primer año de gobierno se caracterizó por tomarle atención a los asuntos militares[4], enfocándose posteriormente en los aspectos religiosos -puesto que era sumo sacerdote en Emesa[5]-, siendo las Julias las que realmente iban manejando el Imperio. El joven emperador no tardo ganarse la oposición por parte del senado, la milicia y la población romana[6], esto debido a la constante imposición de tradiciones culturales y religiosas sirias en Roma, tales como la imposición del Dios Al-Gabal -Dios sirio el cual profesaba en Emesa- por sobre los demás Dioses romanos[7]; la realización de rituales en el cual se caracterizaba por los sacrificios animales y humanos, además de la ejecución de bailes y cantos[8]; secuestrar y casarse con una vestal, lo cual era un delito grave en Roma[9].

Si mencionamos todas aquellas acciones que incomodaron y molestaron a los romanos tradicionales, nos extenderíamos demasiado, pero para terminar este punto, hay que señalar las prácticas sexuales que llevó al extremo, con las que trató de sobreponer sus gustos personales por sobre lo legalmente estipulado por la ley romana. Si bien la homosexualidad era aceptada en el mundo romano, esta era permitida únicamente por hombres de status inferior[10]. Sin embargo, para Heliogábalo no presentó mayor problema, realizando aún así prácticas como la prostitución, el adulterio -tanto desde el que paga como del que da el servicio-[11], darle cargos políticos a sus amantes, entre otras varias cosas que estaban mal vistas por los romanos. Finalmente, luego de que Heliogábalo nombrara César a su primo Alejandro, se produciría un levantamiento por parte de los pretorianos, dando muerte al emperador y a su madre, para así proclamar como emperador a Alejandro Severo.

La condenación al olvido

Como mencionamos en un inicio, la figura de Heliogábalo es poco conocida porque la cantidad de fuentes que hablan de su vida son pocas, teniendo como escritor principal al senador Dion Casio, un contemporáneo del emperador. Sin embargo, este escritor no estuvo en Roma entre los años 218 y 222, por lo que su texto se basa relatos de otras personas. También se incluyen los escritos de Herodiano y Lampridio, pero junto a Dion, se ha interpreta que sus relatos representan los intereses senatoriales que tenían[12], además de estar influidos por la proclamación de la damnatio memoriae. Esta no solo causó consecuencias para su figura, sino que ocasionó que todos los edictos religiosos que realizó fueran revocados, el Dios Al-Gabal fuera devuelto a Emesa, el templo Elagabalium -construido para su Dios- fue convertido en el templo de Jupiter Ultor e incluso se prohibió la participación de las mujeres en el Senado[13].

Esta condena al olvido se le realizaba a aquellas figuras que atentaban contra la política y cultura romana, forzando a la eliminación de fuentes escritas, iconográficas y a la adulteración de la imagen del individuo en cuestión. También se puede apreciar una difamación mediante descalificativos que podían arruinar la representación del personaje; en el caso de Heliogábalo se puede encontrar, por ejemplo, el concepto de “afeminado”[14]

Reflexiones finales

Heliogábalo como personaje genera nuevamente una polémica entre los historiadores, no tan solo por su postura sexual o por su creencia religiosa, sino por el legado que dejó para el Imperio, puesto que lo poco y nada que realizó fue abolido y destruido. Asimismo, su figura muestra cómo las pretensiones y vicios de un joven pueden socavar tanto la imagen y vigencia de quien en su momento fue la máxima autoridad romana. De igual manera, es interesante observar como un personaje tan controvertido y poco conocido vuelve a levantar la polémica por discusiones insertas en las problemáticas actuales, como lo son las disidencias sexuales, por lo que su estudio critico podría generar nuevos espacios de debate dentro de la historiografía, no tan solo sobre este personaje, sino que sobre un sinfín de nombres que no han tenido cabida en los relatos históricos o bien, que han sido manchados por quienes han estado a cargo de su escritura.


[1] Ese apodo le fue colocado posterior a su muerte, el cual significa “hombre dominado por la gula”, además de dársele por el nombre latinizado de Al-Bala, Elagabalus.

[2] https://www.bbc.com/mundo/articles/clepl3dqz48o

[3] Entre Julia Maesa y sus hijas Julia Soaemis y Julia Mamaea, buscaron el apoyo de la III legión Gallica para hacer un complot contra el emperador Macrino, además en la versión de Herodiano las culpa de haber divulgado el rumor de que Heliogábalo era hijo de Caracalla. Hubeñak, Florencio. “El Imperator Sextio Vario Avito Basiano, apodado Heliogábalo”. Buono-Core, Raúl (ed.). Semana de Estudios Romanos Vol. XIX. Viña del Mar, Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, 2019, pp. 131-135.

[4] Íbid. p. 136.

[5] Ciudad siria donde nació.

[6] Andrades Rivas, Eduardo. “La ciudadanía romana bajo los Severos”. Revista de Estudios Histórico-Jurídicos, vol. XXXI. 2009. pp. 99-100.

[7] Gil Román, José. “Heliogábalo El emperador olvidado”. 2019. https://www.academia.edu/44386866/HELIOG%C3%81BALO_EL_EMPERADOR_OLVIDADO

[8] Hubeñak, Florencio. “El Imperator Sextio Vario Avito Basiano, apodado Heliogábalo”. p. 139.

[9] Íbid. pp. 142-143.

[10] Íbid. p. 145.

[11] Gil Román, José. “Heliogábalo El emperador olvidado”. 2019.

[12] Hubeñak, Florencio. “El Imperator Sextio Vario Avito Basiano, apodado Heliogábalo”.pp. 155-156

[13] Íbid. p. 154.

[14] Íbid. p. 146.

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