El 17 de junio de 2024 se dio a conocer que Argentina instaló paneles fotovoltaicos en territorio chileno, específicamente en el Puesto de Vigilancia Cabo Espíritu Santo de la Armada de Chile. Estos paneles forman parte de un sistema híbrido de energía, que se conectaba con el Puesto de Vigilancia y Control de Tránsito Marítimo (PVYCTM) Hito 1, perteneciente a la Armada argentina[1]. Esto provocó una respuesta contundente por parte del presidente Gabriel Boric, quien señaló respecto a los paneles: “O los sacan ellos o los sacamos nosotros”[2]. Asimismo, indicó que no se admitirían ambigüedades en el contexto de fronteras[3].
No es sorprendente la existencia de controversias en cuanto a la percepción de los límites geográficos entre Chile y Argentina. Estas se comenzaron inmediatamente después de los procesos de independencia.
Una historia de controversias
En 1818, se reafirmó la mantención de la división geográfica de los territorios según lo establecido por costumbre durante la Colonia, en conformidad del principio uti posidetis juris[4]. En el caso de Chile, se consideró la totalidad de la Patagonia como propia.
En 1847, durante el gobierno de Juan Manuel de Rosas (1829-1832, 1835-1852), Argentina cuestionó la ocupación chilena del Estrecho de Magallanes. No obstante, en 1856, el Tratado de Amistad, Comercio y Navegación[5] firmado entre ambos países reafirmó la división territorial establecida durante el período colonial. A pesar de esto, en 1859, el gobierno de Justo José de Urquiza (1854-1860) ordenó fundar una colonia en el Estrecho de Magallanes, lo que generó una serie de notas de protesta por parte del presidente chileno, Manuel Montt.
Durante la presidencia de Nicolás Avellaneda (1874-1880), en el contexto de la “Campaña del Desierto”, se insistió nuevamente en la instalación de colonias y la concesión para la explotación de guano en el Estrecho de Magallanes. Así, en 1878, Avelleneda implementaría la Ley Nº 954[6], que creó la gobernación de la Patagonia, cuya capital se ubicaría en Mercedes de Patagonia. Esta nueva jurisdicción se extendería hasta lo que actualmente es Cabo de Hornos.
La búsqueda de una salida diplomática con Argentina por parte de las autoridades chilenas se hizo patente nuevamente durante el Tratado de 1881[7]. Tras la firma de este, Chile renunció a sus derechos históricos sobre la Patagonia Oriental.
No pasó mucho tiempo para que Argentina cuestionase el Tratado de 1881. Esta vez, por las diferentes interpretaciones de los límites establecidos y la pertenencia del territorio de la Puna de Atacama, que vio intentos de resolución con el protocolo de 1896[8] —con posible arbitraje de la Corona Británica— y las actas de 1898[9]. En esta controversia, Chile cedió gran parte de la Puna de Atacama a Argentina.
En 1894, el presidente chileno Jorge Montt (1891-1896), instruirá la fundación de Porvenir y el asentamiento de personal civil y militar en las islas del Canal Beagle, Picton, Nueva y Lennox. Argentina cuestionó rápidamente la pertenencia de las islas, generando tensiones sobre la soberanía chilena en el territorio austral.
Esta narrativa seguirá desarrollándose por décadas entrado el siglo XX. El 9 de agosto de 1958, el presidente argentino Arturo Frondizi (1958-1962) instruyó a la Armada argentina tomar el Islote Snipe, de jurisprudencia chilena, después de la destrucción mutua de balizas en dicho territorio. Este incidente generó un fallido intento de solucionar el conflicto en la Corte Internacional de Justicia de La Haya.
Respecto al conflicto del Islote Snipe[10], el entonces diputado del Partido Socialista, Alfredo Hernández (1953-1957, 1957-1961), declaró: “Tengo que advertir a la Honorable Cámara que los argentinos, utilizando sus Fuerzas Armadas, tienen el Islote Snipe como pretexto, como punto de referencia, para luego después adelantarse hasta las islas Diego Ramírez y en seguida apoderarse del petróleo chileno que se encuentra en la isla de Tierra del Fuego”.
Con todo, el punto más álgido de las relaciones limítrofes entre Chile y Argentina se vería reflejado durante el Conflicto del Beagle. En 1971, los presidentes Salvador Allende y Alejandro Lanusse, tomaron la decisión de recurrir al arbitraje de la Corona Británica para determinar la soberanía de las islas Picton, Nueva y Lennox. El resultado, en mayo de 1977, fue contundente: las tres islas pertenecían a Chile. Sin embargo, el resultado no fue aceptado por el gobierno argentino y el laudo arbitral de 1977 fue declarado “insanablemente nulo”. De esta forma, escalaron las tensiones entre ambos países al grado que la Junta Militar argentina, presidida por Jorge Rafael Videla, ejecutó en 1978 el Operativo Soberanía, nombre en clave del plan para invadir y fragmentar todo el territorio chileno con tal de asegurar el control argentino de las islas del Beagle[11].
Finalmente, la gestión de la Cancillería chilena para la búsqueda del Papa como árbitro en el conflicto dio resultados. El 9 de enero de 1979 se firmó en Montevideo un acta para la búsqueda pacífica de una resolución. Cinco años después, en 1984, ambos países firmaron el Tratado de Paz y Amistad[12], el cual otorgó derechos de navegación a los dos países, la mayoría de las islas a Chile y la mayoría del territorio marítimo a Argentina.
Conclusiones
Desde su independencia, Argentina ha llevado a cabo una política constante de expansión geográfica. Este es un interés transversal, independiente del gobierno de turno. Así se evidencia con las medidas de Rosas, Urquiza, Avellaneda, Frondizi, Lanusse, Videla, entre otros.
Las controversias limítrofes entre Chile y Argentina poseen un largo historial, y estas se proyectan hasta la actualidad. Las notas de protesta han sido una constante por parte del Estado chileno ante sostenidas reclamaciones argentinas de territorio chileno, polémicas cartográficas y declaraciones desafortunadas por parte de autoridades argentinas[13].
Con todo, a pesar de estos diferendos, destaca también el grado de colaboración entre ambos países en materia de intercambio científico. En marzo de 2024, autoridades de Argentina y Chile firmaron un acuerdo de colaboración en el contexto de cartografía náutica electrónica del Canal Beagle[14]. Este acuerdo tiene como finalidad facilitar y modernizar las cartas de navegación en la zona del extremo sur, especialmente para las embarcaciones turísticas que transitan a través de Chile y Argentina.
Es por eso que la instalación argentina de paneles solares en territorio chileno difícilmente puede leerse como una anécdota accidental. Este incidente diplomático podría interpretarse en el contexto de la larga historia de diferendos limítrofes entre Chile y Argentina, y una atenta mirada a los intereses estratégicos de cada país puede ofrecer una mejor comprensión de sus intenciones y acciones.
[1]https://www.argentina.gob.ar/defensa/armada/gacetillas-de-prensa/gacetilla-de-prensa-ndeg3
[2]https://elpais.com/chile/2024-06-17/boric-a-milei-por-los-paneles-solares-argentinos-en-territorio-chileno-o-los-sacan-ellos-o-los-sacamos-nosotros.html
[3]https://cnnespanol.cnn.com/2024/06/18/boric-advierte-argentina-paneles-solares-territorio-chile-orix/
[4]Este concede precedencia al título jurídico sobre la posesión efectiva como base de la soberanía. Su principal propósito es garantizar el respeto de los límites territoriales que existían en el momento en que se logró la independencia.
[6]Ley N.º 954, 11 de 1878. Estableciendo una gobernación en los territorios de la Patagonia.
[10]https://obtienearchivo.bcn.cl/obtienearchivo?id=recursoslegales/10221.3/18040/1/C19590916_62.pdf
[11]Este objetivo es reflejo del permanente interés estratégico argentino de convertirse en un país bioceánico.
[12]https://obtienearchivo.bcn.cl/obtienearchivo?id=recursoslegales/10221.3/35109/1/Tratado_de_Paz_y_Amistad.PDF
[13]https://www.elmostrador.cl/noticias/pais/2024/03/22/incidente-diplomatico-con-embajador-argentino-de-milei-en-chile-molestia-en-la-moneda-y-rr-ee/
[14]https://www.armada.cl/autoridades-de-chile-y-argentina-firman-acuerdo-de-colaboracion-tecnica