Un conflicto que parece no tener fin: el caso de Israel y Palestina

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Publicado en 24 octubre, 2023

El conflicto israelí-palestino posee orígenes de larga data, pues nace de una disputa entre el antisemitismo europeo de finales del siglo XIX, acentuado con el ascenso del nacionalsocialismo en las décadas de 1930 y 1940, y la desintegración del imperio otomano y la reivindicación del nacionalismo árabe. A ello se sumaría el sionismo como la expresión de las aspiraciones nacionalistas judías en la búsqueda de un territorio para la consolidación de su Estado. De este modo, el foco del análisis debe concentrarse en el rol de los imperios coloniales ultramarinos europeos, principalmente el imperio británico. 

El imperio británico, tras la victoria de la Gran Guerra, obtendría un mandato especial con parte de los territorios que eran del imperio otomano, siendo uno de ellos Palestina[1]. Bajo este mandato, los británicos decidirían sobre el futuro del territorio de Palestina, el que se sumaría como una colonia más a dicho imperio en un contexto de los imperialismos modernos ultramarinos.  En este marco, el proyecto sionista de fundar su Estado-nación estaría cada vez más cerca de lograrse. Tras el final de la Segunda Guerra Mundial, y el estallido de la Guerra Fría, los británicos cederían el territorio a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) -estableciendo lazos y afinidades con la actual superpotencia aliada, Estados Unidos- con el objetivo de resolver el futuro de dicho lugar. A ello se sumaría el incremento de la presencia de colonos judíos en tierras palestinas, cuestión que se produciría a partir de las políticas de exterminio del régimen nazi en los años previos. 

La UNSCOP, Comisión Especial de Naciones Unidas para Palestina, revisa el caso palestino, tras largas investigaciones y observaciones en el territorio palestino. Decide, finalmente, dar solución al caso israelí creando el Estado de Israel en tierras palestinas. Con ello, le daría una solución a “dos comunidades, dos naciones”[2], lo cual ha sido la razón principal de los conflictos posteriores hasta el día de hoy. De este modo, los sionistas que buscarían poderosos aliados para su causa, luego de la decisión de los británicos de ceder el territorio a la ONU para lograr la aceptación de Estados Unidos, lograrían que esta nueva potencia se convirtiese en su principal aliado. 

Tras decisivas batallas por parte de Israel, incluyendo la batalla con la Liga Árabe por el rechazo a la fundación del Estado de Israel en territorio Palestino, este nuevo Estado iría ganando más territorio, quitándole también territorio y poder a Palestina y sus vecinos árabes. La llegada de colonos judíos, el trato que éstos recibieron por parte de los palestinos y las visiones por parte de las potencias llevaría a generar diferentes imaginarios en torno a Israel y Palestina. Mientras que a Israel se le catalogaría como comunidad “modernizadora”, a Palestina se le concebiría como “colonia subdesarrollada”.

Israel ha sido partícipe de numerosas guerras con sus vecinos árabes, tales como la Crisis de Suez del año 1956. Este conflicto es un buen ejemplo de cómo las potencias imperiales europeas ultramarinas, especialmente Reino Unido y Francia, perderían influencia en los enclaves de sus colonias. Tras la derrota de las potencias europeas en el principal enclave que conecta el Mediterráneo con el mar Rojo y las rutas comerciales del continente asiático, Egipto se consolidaría como el país árabe hegemónico[3]. De ese modo, ha ido posicionándose como potencia militar dentro de la zona de Próximo Oriente. Por su parte, Israel seguiría la tradición sionista de apegarse a las potencias representadas por el ejército británico y francés. Sin embargo, tras la victoria de Egipto, diversas naciones que seguían siendo colonias de las potencias comenzarían sus luchas de independencia[4]. En este contexto, Egipto y Siria crearían la “República árabe Unida”, alejándose cada vez más de sus vecinos árabes y tensionando cada vez más la situación en dicha zona.

La formación de la “República Árabe Unida” llevaría a un clima de tensión entre esta e Israel. Así, entraría en conflicto, nuevamente por disputas fronterizas, estallando en la “Guerra de los Seis Días”, en 1967. A ello se sumaría el pacto defensivo firmado entre Egipto y Siria ante cualquier ataque israelí[5]. Posterior a dicho conflicto, con pobres acuerdos de paz y tras varios intentos de soluciones diplomáticas, Israel desconocería las propuestas diplomáticas e invadiría territorios palestinos y egipcio. De tal modo, el “Golán Sirio y el Sinaí egipcio pasa[rían] al control israelita. Cisjordania, Gaza y Jerusalén se torna[rían] eminentemente colonizadora actuando de forma muy similar a la Sudáfrica del Apartheid.”[6]. Por lo tanto, la toma de territorios por parte de Israel es innegable ante sus vecinos árabes y el conflicto latente en aspectos de exclusión y separación entre sionistas y árabes dentro de la región es cada vez mayor.

Asimismo, el principal aliado de Israel, Estados Unidos, poseería diversos enclaves militares dentro de sus territorios, lo cual sería clave en el contexto de Guerra Fría y, posteriormente, para plantearse como potencia sistémica en el plano internacional. Por lo tanto, el caso palestino, lamentablemente, ha quedado subyugado bajo la defensa de su territorio en contra de un gigante- en aspectos militares- en la zona que tiene un aliado colosal. En la actualidad, el apoyo por parte de Estados Unidos es evidente ya que el propio presidente Joe Biden ha declarado: “Estados Unidos está junto al pueblo de Israel, nunca dejaremos de respaldarlos… y el apoyo de mi administración a la seguridad de Israel es sólido como una roca e inquebrantable[7].

En la actualidad, el conflicto de Gaza[8], iniciado en el 2006, no ha llegado a fin debido a diversas cuestiones, tales como la inestabilidad política de Palestina y la ausencia de solución de Israel respecto a sus territorios. Esto ha generado que instituciones paramilitares-terroristas tomen aquel vacío de poder al que la política no ha dado solución. Así, las acciones de Israel forman parte de su lucha contra el “terrorismo” como enemigo de Estado, siendo su justificación para el “combate”. En este proceso se ha observado la consolidación de Israel como “Estado”, debido a su expansión y consolidación territorial, es decir, su soberanía. A pesar de la irregularidad histórica de que “la Nación creó el Estado”, ya que tradicionalmente en la historia, el “Estado crea la Nación”. Israel, a pesar de su dificultad histórica de su creación, consolida su Estado mediante guerras de expansión y consolidación territorial[9]. La política internacional se ha transformado a partir del fin de la Guerra Fría con Estados Unidos como superpotencia. Sin embargo, el esfuerzo por parte de otras potencias como China o Rusia[10] de surgir para equilibrar los poderes dificultan aún más el clima internacional y sus prontas soluciones. Los vecinos árabes, al ver que el principal aliado de Israel es Estados Unidos, buscan alianzas con diversas potencias para restituir los territorios a Palestina. Incluso, algunos Estados no reconocen al Estado de Israel, tales como Argelia, Líbano, Túnez, Jordania, Palestina, Irak, Qatar, Egipto y Arabia Saudita[11], entre otros. Por lo tanto, se genera esta dualidad de Estados Árabes que no reconocen directamente a Israel, siendo su enemigo en el marco de las relaciones exteriores, y que, por lo tanto, apoyan a Palestina.

Ante posibles soluciones al conflicto, ya se ha evidenciado el error de la comisión de la ONU al desear crear el Estado de Israel en 1948, lo cual estalla en la Guerra de Liberación en 1948 y 1949 con una aplastante victoria israelí. Entonces, la creación de Estados, sin considerar la población local ya ha evidenciado sus errores hasta el día de hoy. El cese al fuego, solicitado por gran parte de la comunidad internacional, incluido Chile[12], parece no ser una posible solución, ya que estallaría rápidamente otros focos y puntos de resistencia Palestina. Gaza parece ya no ser segura para palestinos, ya sea en su condición de refugiados y residentes. Sin embargo, si no se generan condiciones de seguridad para el territorio palestino, existirá un vacío de poder que, cualquier tipo de organización, deseará ocupar. Al parecer, los errores del pasado han escalado a tal manera que las soluciones al conflicto parecen cada vez más lejanas. 


[1] https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-44125537

[2] Barea Muñoz, Manuel, La interpretación en conflictos prolongados: el conflicto israelí-palestino. These dedoctorat: Univ. Geneve, 2021, No. FTI 39.

[3] Ibid. 141

[4] Véase el caso de Argelia que logra su independencia de Francia en 1962 tras una larga guerra de liberación.

[5] Ibid. 142

[6] Ibid. 142. En este punto es importante recalcar cómo opera el Estado de Israel respecto a conflictos limítrofes. En esta oportunidad controla y ataca directamente espacios que no eran suyos reconocidos internacionalmente para hacerlos parte de su territorio. El concepto de “colonizadoras” se hace referencia a que también población sionista ocupa los territorios de Cisjordania, Gaza y Jerusalén, excluyendo al mundo árabe, muy parecido a lo que los británicos controlaban gran parte del territorio sudafricano en decisiones políticas y jurídicas, relegando a los nativos negros a vivir en dicho territorio, pero excluidos y separados. En este caso, se excluyen y se separan los árabes con los judíos, los judíos controlan gran parte del territorio perdido por los árabes. 

[7] https://www.bbc.com/mundo/articles/c2x85zgpmzlo

[8] Barea Muñoz, Manuel, La interpretación en conflictos prolongados: el conflicto israelí-palestino. These dedoctorat: Univ. Geneve, 2021, No. FTI 39, p. 184. El desencadenamiento del conflicto Fatah-Hamás. El conflicto político parlamentario que se desencadena en el conflicto actual, las reacciones de Egipto e Israel de apoyar a cierto grupo reacciona deslegitimado dichas elecciones y propuesta del grupo Hamás, el cual se encuentra actualmente ocupando la zona de la Franja de Gaza.

[9] En este punto es importante considerar la cuestión de la legitimación de un Estado en sus orígenes. Si bien Anderson, Benedict. Nos entrega la idea de “comunidad imaginada”, de todas formas, el Estado es el que crea la Nación. No obstante, Israel se crea a la inversa, por ende, la dificultad para poder entender su creación ya posee diversas manifestaciones de ilegítimo. Asimismo, el esfuerzo sionista de consolidar su estado mediante al expansión y consolidación de su territorio es bastante similar al caso latinoamericano del siglo XIX, respecto a las guerras de fronteras y soberanía que se estaban disputando las reciente republicas recién creadas. Véase el caso de la “Guerra del Pacifico”, la “Guerra del Chaco”, el caso argentino con la “pampa” y el brasileño respecto a la amazona. Por lo tanto, no es que Israel no consolide de manera incongruente su Estado, sino más bien la dificultad por explicar su origen como “Estado de Israel” es lo complejo.

[10] https://cnnespanol.cnn.com/2023/10/17/china-rusia-israel-criticas-trax/

[11] https://elordenmundial.com/mapas-y-graficos/opinion-arabe-reconocimiento-israel/

[12] https://minrel.gob.cl/noticias-anteriores/comunicado-sobre-situacion-en-medio-oriente

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