Introducción
El Instituto de Historia de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, conmemoró los 50 años del golpe de Estado ocurrido en septiembre de 1973 a través de dos maneras. En primer lugar, el día 11 de septiembre la comunidad del Instituto organizó un minuto de silencio. No se emitió ningún comunicado ni se alzó la voz, simbolizando una muestra de respeto y homenaje ante las víctimas de la dictadura. Posteriormente, como centro de estudio dedicado al estudio de la Historia, los días siguientes -12 y 13 de septiembre- se realizó un seminario para promover el diálogo académico a partir de la exposición de investigaciones de diversos académicos y académicas provenientes de otras universidades, así como del mismo Instituto. En esta columna pretendemos examinar algunas de las ideas y posturas planteadas durante el seminario, para contemplar la manera en cómo nos relacionamos con la Historia reciente nacional.
Desarrollo
Es importante comenzar señalando la relación entre lo que se escribe o investiga en el presente y cómo eso incide en las representaciones del pasado, abriendo nuevas interpretaciones que le dan significado al debate histórico. En este sentido, el seminario tuvo por finalidad compartir las miradas y visiones de los expertos invitados, y discutir, desde distintas perspectivas, en torno a dicho período de nuestra historia. La primera exposición del ciclo de ponencias estuvo a cargo del historiador alemán Stefan Rinke, académico de la Universidad Libre de Berlín, quien exhibió una reciente investigación titulada “Las Alemanias y golpe militar de 1973: reacciones y percepciones en la Guerra Fría global”. En este estudio, el historiador presentó un análisis novedoso sobre las relaciones de las dos Alemanias de ese momento -RFA y RDA- y las reacciones frente al golpe de estado, dando una visión internacional sobre cómo era visto el golpe. El autor abordaría, cómo dicho suceso y las consecuencias que tuvo en la sociedad chilena generó diversas discusiones, percepciones y reacciones en la sociedad alemana de la época.
Siguiendo con el ámbito internacional, en esta ocasión, centrado en América Latina, expuso Ivette Lozoya, académica de la Universidad de Valparaíso cuya ponencia se titularía “Intelectuales latinoamericanos de la nueva izquierda y el análisis del golpe en Chile (1973-1978)”. En ella, la historiadora se refirió a los análisis sobre el golpe desarrollados por los intelectuales que vivieron la experiencia socialista en el resto de países a través de publicaciones y revistas latinoamericanas. Este análisis lo desarrollaría utilizando las herramientas de la historia intelectual sobre, las definiciones y discusiones que enfrentaron los cientistas sociales de la izquierda respecto al golpe.
En otra línea, Raúl Burgos, académico de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, presentó su ponencia titulada “El factor religioso en el golpe de estado en Chile: reflexiones sobre las críticas al catolicismo progresista en la década de 1970”. En ella, el autor examinó las visiones de sectores del catolicismo chileno vinculados a grupos conservadores y nacionalistas de derechas, quienes articularían una crítica a las posturas progresistas del catolicismo nacional. Con ello, el autor explicaría la relevancia de reflexionar en torno al rol de los actores religiosos y las disputas en torno a la religión en el conflicto político que provocaría el golpe de Estado en el país.
Posteriormente, el seminario contó con la participación de Ulises Cárcamo, académico de la Universidad de Chile, quien expuso la presentación titulada “El poder popular y la UP: un concepto catalizador o una práctica autoconstruida, en 1970-1973”. En ella, indagaría sobre la relación entre el poder popular y la Unidad Popular, buscando problematizar sobre la interrogante de si ese poder popular realmente fue un concepto catalizador o simplemente una práctica que se fue construyendo. Luego, como penúltimo expositor, Rolando Álvarez, de la Universidad de Santiago de Chile, presentaría la ponencia titulada “La izquierda después del golpe»: el caso de las juventudes comunistas en Chile, 1973-1979”. El autor se propondría debatir sobre la posición del Partido Comunista bajo una distinción de continuidades y rupturas sujetas a variables nacionales e internacionales que han posicionado al partido en el eje de discusiones pre y post 1973, a niveles políticos e institucionales e ideológicos.
Finalmente, la jornada de exposiciones del día 12 de septiembre, culminó con la presentación del historiador Rafael Sagredo, académico de la Universidad Católica de Chile y Premio Nacional de Historia 2022. Su ponencia titulada “La historiografía nacional como antecedente del golpe militar en Chile” abordaría el rol que tuvieron los historiadores chilenos y sus obras en el golpe militar, un tema poco abordado ya que, como menciona él, no se ha tendido a vincular estrechamente la historiografía conservadora con el golpe.
Durante la segunda sesión de ponencias del día 13 de septiembre, se tuvo a cuatro expositores, sumado a la presentación del libro “Resonancia de un golpe: Chile 50 años”, de Gilberto Aranda y Misael López (editores) de la editorial Cataratas, Madrid.
La primera presentación de la jornada estuvo a cargo de Mauricio Rojas, académico de la Universidad de Playa Ancha. En su ponencia titulada “La resistencia al golpe de estado en Valparaíso: entre la espontaneidad, el voluntarismo y el mito”, el autor buscaría definir los tipos de resistencia durante todo el periodo de la dictadura, no sólo a nivel comunal, sino que también regional. Para ello, propone un enfoque regional y social de lo político que usa la ciudad de Valparaíso como lugar de estudio e inicio del golpe.
Luego, David Aceituno, académico de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, expuso su ponencia titulada “Crisis de la democracia y el golpe de estado en narrativas políticas autobiográficas”. En ella, el autor abordaría los vínculos existentes entre su tema y la historia pública, área referida a cómo se difunde la historia en los espacios públicos. Al mismo tiempo, el académico abordaría las cartografías narrativas, y de manera particular, la biografía y autobiografía como fuente para esa narrativa. El autor reconoce que los vínculos propuestos cumplen un papel relevante tanto en su individualidad como en la sociedad, teniendo un impacto en el espacio público cuando se refiere a un momento controversial. Su propuesta permitió entender los relatos que se instalan en el espacio público para mirar las biografías y construir una visión completa del golpe.
En la última mesa de la jornada participó Jaime Vito, académico de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso. En su presentación titulada “Un golpe de primer mundo sobre una revolución de tercer mundo: algunas implicaciones históricas de estos primeros cincuenta años (1973-2023)” abordaría las relaciones entre los países del “primer mundo” y el “tercer mundo”, pensando en las proyecciones de esa relación en el golpe de estado de 1973. De tal forma, el autor analizaría las conexiones políticas, económicas y culturales con el primer mundo que influyeron en Chile tras el fin de la segunda guerra mundial.
Por último, el seminario de ponencias cerró con la presentación de Karen Alfaro, profesora de la Universidad Austral de Chile, titulada “Secuestros, apropiaciones y adopciones de niñas y niños bajo la dictadura civil y militar: los usos políticos de la infancia”. Esta ponencia abordaría las adopciones irregulares durante la dictadura, a las que la académica denomina como “adopciones forzadas de niñas y niños pobres”, problematizando respecto a cuáles son las características, qué rol cumplen y cómo se conectarán estos mecanismos forzados con otros países como Argentina y Uruguay. Esta presentación se propondría reflexionar sobre sobre las violencias institucionalizadas por medio de políticas públicas instauradas en el Cono Sur.
Reflexiones finales
Las presentaciones desarrolladas en el seminario permiten observar las líneas de investigación que se han abierto en el último tiempo en la historiografía, tales como la historia intelectual, social, biográfica, local, entre otras, evidenciando la apertura de la disciplina al momento de considerar otros temas, actores y lugares en el desarrollo del golpe de Estado y la dictadura chilena.
El desarrollo de la historiografía da cuenta de la importancia que tiene la disciplina al momento de enfrentarnos a momentos tan complejos dentro de la memoria nacional. Así, gracias a los nuevos enfoques, se ha podido reconstruir un relato desde diversas miradas para reflexionar y discutir en torno a actores, hechos y lugares que muchas veces quedan en el olvido. De la misma manera, el diálogo interdisciplinario nos ayuda a profundizar y completar el panorama general de lo ocurrido para situarnos en relación a los procesos contemporáneos que ocurren y generan divisiones. Por esta razón, conmemorar episodios de nuestra historia considerando las contribuciones de la disciplina resulta fundamental en momentos donde unos prefieren olvidar. La conmemoración de los 50 años, en este sentido, nos permite recordar la importancia y valoración de la democracia, los derechos humanos y la justicia social.