Argentina y Chile: algunas reflexiones sobre la defensa de (inventados) intereses geoestratégicos, económicos y políticos (s. XX-XXI)

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Escrito por Boris Araya Valencia

Publicado en 25 agosto, 2023

Recurrentemente, en las noticias chilenas, se presentan las demandas o pretensiones argentinas sobre lo que se consideran territorios chilenos. Sin ir muy lejos a mediados de este año, la Armada trasandina presentó un mapa que reivindicaba como propio un espacio entre los meridianos 53° y 90° que Chile considera como parte de su soberanía en la Antártica desde 1940[1], lo que resulta muy importante dentro del concierto internacional en vista a la potencialidad de recursos de todo tipo que alberga esa zona de alrededor de dos millones setecientos mil kilómetros cuadrados. Argentina también elaboró un mapa oficial, tres años antes, que confirmaba las pretensiones de dicho país sobre la Antártica[2]. A lo que además se suman las diversas disputas fronterizas con Chile a lo largo de los siglos XX y XXI, vinculadas a los territorios sur australes como la región de Aysén y canal Beagle.

Argentina, un país con una extensa geografía que se extiende desde el Atlántico hasta los Andes, ha mantenido a lo largo de la historia un interés constante en obtener una salida al Océano Pacífico. La necesidad de acceso a este vasto cuerpo de agua ha sido una aspiración estratégica y económica para el desarrollo del país. Sin embargo, este objetivo no ha estado exento de controversias y conflictos, particularmente con su vecino Chile, y ha llevado a acciones que contradicen acuerdos bilaterales y generan tensiones en la región.

Aunque como sostiene la investigación de Lacoste, sobre todo en lo que dice relación con la “guerra de los mapas” sostenida por ambas naciones, el actuar y las consecuentes representaciones sociales de “imperialismo” o “expansionista” en que se acusan mutuamente ambos países (lo mismo que la indolencia o desidia de cancilleres y políticos para actuar más firmemente en defensa de los intereses de cada uno) no son sino el reflejo de tradicionales maneras en que la prensa y la educación entre otras instituciones, han construido la visión sobre el otro, sobre todo bajo el contexto de la creación y reafirmación del Estado-Nación[3]. Se podría agregar a este respecto que desde las fuentes históricas existen evidentes falencias en las argumentaciones ya referidas, pero que a pesar de todo, se han extendido entre ambos países, y esta columna aspira a reflexionar respecto de las razones que han animado a Argentina actuar sistemáticamente reafirmando su soberanía sobre zonas controversiales geográficamente hablando (como campos de Hielo sur o la Antártica)  y la consecuente respuesta Chilena.

Intereses estratégicos, disputas territoriales y acuerdos bilaterales.

El Interés Estratégico de Argentina en el Océano Pacífico, se muestra como una acción necesaria dentro de la invención que ha representado el que Chile es un Estado potencialmente expansivo al que habría que frenar[4]. El acceso al Océano Pacífico proporcionaría a Argentina ventajas estratégicas, como una mayor proyección regional e internacional, un corredor comercial más diversificado y la capacidad de establecer vínculos directos con Asia y el Pacífico Sur. Esta salida al Pacífico puede ser vista como una oportunidad para disminuir la dependencia de las rutas comerciales atlánticas a pesar de la importancia del Atlántico sur[5] y, por lo tanto, aumentar la soberanía y el desarrollo económico del país, lo que para el referido Magnani va más allá de reivindicaciones nacionales históricas, sino que se vincula con el control de dicha zona ante potenciales amenazas al estar cercanamente Reino Unido[6], siendo una proyección de los intereses argentinos, por lo tanto, una lógica respuesta ante el escenario internacional geopolítico y la idea del expansionismo chileno.

Por otra parte, las disputas territoriales y la cuestión de los Campos de Hielo han sido dos de las principales fuentes de conflicto entre Argentina y Chile a lo largo de su historia republicana, sobre todo en lo que se refiere al ejercicio de la soberanía de los Campos de Hielo Patagónicos, una vasta región de glaciares y montañas ubicada en la frontera entre ambos países. A lo largo de los años, ambas naciones han sostenido diferentes posiciones sobre la delimitación de sus fronteras en esta área, lo que ha llevado a tensiones y dificultades para alcanzar acuerdos duraderos.

Y más aun considerando que cerca de mil kilómetros cuadrados se encuentran en disputa entre ambas naciones, lo que para efectos prácticos no solo implica una serie de tensiones que continuamente se reavivan (sobre todo mediante la elaboración de mapas[7]), sino que también repercuten en la desprotección en la que queda esa área mientras tanto, lo que no garantiza su preservación y potencialmente significaría la perdida de una gran fuente de recursos hídricos a la vez que final de un ecosistema único en el mundo[8].

Ciertamente, la relación entre  ambos países si bien no ha llegado a un enfrentamiento armado, si ha vivido momentos de tensión, sobre todo a lo largo del siglo XX, dado que Argentina ha manifestado pretensiones de soberanía sobre el Océano Pacífico en varios momentos clave, intentos que están vinculados a factores estratégicos, económicos y políticos basados en una relación recelosa que sostiene fronteras a conveniencia, sustentadas en vacíos geográficos de larga data que se han intentado dar forma en un sentido abstracto[9].

A continuación, se describen algunos de los momentos más destacados en los que Argentina ha buscado afirmar su soberanía sobre el Océano Pacífico en atención a lo que anteriormente se ha comentado:

  1. Disputa por la Región de Aysén (1900s): A principios del siglo XX, Argentina planteó reclamaciones sobre la región de Aysén, argumentando que tenía derechos históricos y geográficos sobre el área. Esta disputa territorial generó tensiones entre ambos países y culminó en la firma del Tratado de Paz y Amistad de 1902, en el cual se acordó establecer una comisión de expertos para delimitar la frontera. Sin embargo, las negociaciones fueron difíciles y no se logró un acuerdo definitivo en esa época, sobre todo porque los criterios jurídicos no coincidían con los geográficos a la hora de fijar los límites entre ambos, lo que se volvió una constante en las relaciones vecinales
  2. Crisis del Beagle (1970s-1980s): Uno de los momentos más emblemáticos en las pretensiones de Argentina sobre el Océano Pacífico fue la larga disputa con Chile por la soberanía de las islas del Canal Beagle y la delimitación de la frontera marítima en esa región. Esta crisis llevó a ambos países al borde del conflicto armado en la década de 1970 y se resolvió finalmente en 1984 mediante el Tratado de Paz y Amistad y la mediación papal de Juan Pablo II. En este conflicto, Argentina argumentó que la delimitación de la frontera afectaba su acceso al Pacífico y a rutas marítimas estratégicas, lo que se ha reactualizado, pero esta vez extendiendo actualmente sus pretensiones de dominio en la Antártica.
  3. Reclamaciones en la Antártida (1940s-1950s): Si bien la Antártida no es parte del Océano Pacífico propiamente dicho, Argentina también ha planteado reclamaciones territoriales en esta región, que incluyen áreas marítimas. Durante las décadas de 1940 y 1950, Argentina estableció bases científicas en la Antártida y presentó argumentos históricos y geográficos para sustentar sus pretensiones. Sin embargo, estas reclamaciones han sido objeto de controversia internacional y están reguladas por el Tratado Antártico, que prohíbe las reivindicaciones territoriales.

Entre acuerdos bilaterales y los problemas internos: una geográfica (poco clara) como sustento de las relaciones Chileno-argentinas.

Junto a todo lo antes mencionado, cabe resaltar que un elemento esencial para comprender las reclamaciones de uno y otro lado, lo constituye el apego (o no) los acuerdos internacionales y bilaterales sobre todo, dado que muchos de estos fueron firmados en contexto de alta tensión (como el tratado de Paz y Amistad). Así, a pesar de haber firmado tratados y acuerdos bilaterales con Chile para resolver las disputas territoriales, Argentina ha incumplido en varias ocasiones estos compromisos. En algunos casos, ha generado mapas que incluyen áreas que se habían acordado no cartografiar o ha realizado acciones unilaterales que han generado tensiones en la región. Estos incumplimientos han erosionado la confianza entre ambas naciones y han dificultado la resolución pacífica de las diferencias, lo que si bien no ha llevado a un enfrentamiento directo, ha profundizado las reclamaciones diplomáticas, notas de queja, entre otros aspectos, como mecanismo para hacer notar el descontento entre ambos aunque sin llegar a resoluciones definitorias.

Asimismo la política interna y la búsqueda de legitimidad han sido clave a la hora de sumar antecedentes a estos elementos geográficos, no siempre claro que son utilizados en las delimitaciones y reclamaciones fronterizas. De hecho, el interés en obtener una salida al Océano Pacífico también ha sido utilizado históricamente por actores políticos internos en Argentina para legitimar sus agendas y obtener apoyo popular, baste como ejemplo el clima de exaltación nacional que rodeó a la junta militar presidida por Rafael Videla y que intentó forzar una salida violenta al conflicto con Chile[10] y donde los medios de comunicación jugaron un rol esencial para alinear a la población con los objetivos del régimen dictatorial trasandino[11]. En ocasiones, la retórica nacionalista ha sido utilizada para enfatizar la importancia de mantener una posición firme en la búsqueda de una salida al Pacífico, lo que ha complicado aún más las negociaciones con Chile y ha generado tensiones en la región.

Finalmente se puede decir que la búsqueda de una salida al Océano Pacífico por parte de Argentina no solo involucra a Chile, sino que también tiene implicaciones geopolíticas que interesan a otros actores internacionales. El control de esta ruta marítima podría influir en el equilibrio de poder en la región y atraer la atención de países con intereses estratégicos en América del Sur, y es que el océano Pacífico es una vía importante para el comercio global, y muchas economías en crecimiento se encuentran en la región de Asia-Pacífico. Una salida al Pacífico permitiría a Argentina acceder más fácilmente a estos mercados, lo que podría impulsar sus exportaciones y aumentar sus oportunidades comerciales, al mismo tiempo que tener presencia en ambas costas del continente podría ayudar a Argentina a equilibrar su influencia regional. Esto podría fortalecer su posición en negociaciones internacionales y aumentar su capacidad para participar en foros y alianzas estratégicas, aunque eso tiene fundamentos que no son de inmediato comprobables, demostrando que en general la actuación de este país, así como la de Chile, responde a representaciones, creencias sobre la actitud del otro frente a cuestiones territoriales.

Consideraciones finales

A lo largo de la historia, Argentina ha buscado activamente una salida al Océano Pacífico debido a razones políticas, estratégicas y económicas que podrían beneficiar al país, actividades que han tenido su contraparte o respuesta desde Chile. Sin embargo, esta búsqueda ha llevado a conflictos y controversias entre ambos vecinos y socios clave en la región, sobre todo si se considera la estrecha relación entre Fernández y Boric, presidentes de ambos países. Los desafíos para resolver las disputas territoriales y cumplir con los acuerdos bilaterales han sido constantes, y la política interna y la geopolítica han jugado un papel significativo en este proceso, aunque como al inicio se ha comentado, esta situación se cimenta en unos presupuestos geográficos que no son del todo claros, y aún más, responden a discursos que fomentan la visión de un vecino expansionista y que desea a toda costa alcanzar la otra parte del continente. Para lograr una solución duradera y pacífica, es esencial que ambas naciones se comprometan a mantener un diálogo constructivo, respetar los acuerdos bilaterales y trabajar juntas en beneficio mutuo y de la región en su conjunto. Solo a través de una diplomacia cuidadosa y una cooperación sostenida será posible superar las diferencias históricas y avanzar hacia una relación más estable y productiva entre Argentina y Chile.


[1]https://www.24horas.cl/actualidad/nacional/polemica-por-mapa-argentino-con-amplias-pretensiones-antarticas

[2]https://www.biobiochile.cl/noticias/internacional/america-latina/2020/09/23/medios-trasandinos-difunden-nuevo-mapa-de-argentina-que-anexa-territorio-chileno.shtml

[3] Lacoste, Pablo, “La guerra de los mapas entre Chile y Argentina. Una mirada desde Chile”, Historia, Vol. 35, 2002, pp.211-249.

[4] Sin ir más lejos, el 2021 Argentina enviaba una nota de rechazo a la vocación “expansionista” chilena, contraria a acuerdos internacionales como el de la ONU (1982) y el tratado bilateral de paz y amistad de 1984, dado que a su juicio después del 2020, Chile y su Armada, han superpuesto los limites nacionales en un espacio de veinticinco mil kilómetros respecto de los cuales cinco mil kilómetros serían argentinos en el Mar de Drake. https://cooperativa.cl/noticias/pais/relaciones-exteriores/argentina/argentina-envio-nota-a-chile-en-rechazo-a-supuesta-vocacion-expansiva/2021-09-06/141059.html

[5] Magnani, Ezequiel, “La dimensión geopolítica del interés estatal: el Atlántico sur occidental y su relevancia para Argentina”, Revista Relaciones Internacionales, Vol. 93, N°1, enero-junio 2020, pp.19-39.

[6] Ídem.

[7] En varias ocasiones a lo largo del siglo XX, Argentina ha publicado mapas y documentos oficiales que incluyen zonas en disputa con Chile, como los Campos de Hielo Patagónicos. Estos incidentes cartográficos han generado fricciones diplomáticas y han contribuido a la percepción de que Argentina busca ejercer su soberanía sobre áreas que están en disputa o que han sido objeto de acuerdos bilaterales previos, elemento que a su vez Argentina esgrime como argumento para referirse a la posición chilena respecto de esta área. 

[8] “Chile y Argentina: un conflicto histórico en Campos de Hielo Sur”, Fundación glaciares chilenos, 21 de octubre de 2021, https://www.glaciareschilenos.org/reportajes/chile-y-argentina-un-conflicto-historico-en-campos-de-hielo-sur/ consultado el 6 de agosto de 2023.

[9] Lacoste, Pablo, La imagen del otro en las relaciones de la Argentina y Chile (1534-2000), Instituto de Estudios Avanzados, Universidad de Santiago de Chile, Fondo de Cultura Económica, Buenos Aires, 2003.

[10] Purroy, Tomás, “La ‘cusi guerra’ entre Chile y Argentina en 1978”, 14 de octubre de 2019, https://archivoshistoria.com/la-cuasiguerra-entre-chile-y-argentina-en-1978/ consultado en 6 de agosto de 2023.

[11] Carrizo, Gabriel, “’¿Sabe una cosa don Videla?’ Construcción de consenso, acción cívica y nacionalismo territorial en la revista Cono Sur, 1978-1982”, Paginas. Revista digital de historia. Universidad nacional de Rosario, Año 13, N°31, Enero-abril 2021, s/i.

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